Estaba dormida, terminando una pesadilla que todavía no alcanzaba su final. Estaba perdida en otro espacio viajando en una dimensión ajena a la realidad.
Concentrada en lo que pasaba a mi alrededor, preocupada por lo que iba y venía, por algunas cosas que hacían y decían.
Estaba presente y ausente a la vez. Creo que no deseaba estar en ese lugar, las mismas personas de siempre, la maldita tipica rutina que no puedo llevar mas, actos de siempre, lugares repetidos, nada nuevo en esta ciudad, algunos chistes fomes y personas haciendo como si nada fuera a pasar, mentiras y engaños, risas y llantos, peleas y juegos, miles de cosas que qué se yo significan para algunos algo con mas importancia quizás, a mi me daba igual.
Media perdida en la adversidad tocaste mi ventana en medio de la oscuridad.
-¿Hola, puedo hacerte compañía?.- fueron tus palabras que nunca voy a olvidar, observé tus ojos algo perdida en ellos y puse atención en tu forma de hablar, sí, me parecía que eras distinto a los demás.
-Pasa, ¿ no te vas a presentar?
-¿Para qué?, si nos conocemos... ¿ es que no me recuerdas ya?
Observé detalladamente denuevo la figura que se acercaba cada vez mas, no creía que fueras tu, por tu cambiante forma de actuar. Apareciste nuevamente en medio de la oscuridad, en el momento mas inesperado, cuando te necesitaba acá.
-Charlemos un momento?, no es mi intención molestar.
& así comienza la nueva conversación que tiene muchos años de duración para poder terminar.
Desde ese momento ya nada fue igual, aunque la rutina parecía la misma, cuando nos ponemos a charlar todo parece cambiar, contigo presente nada es igual. Le das alegría y animos al día cuando parece terminar. Quisiera compartir contigo mucho tiempo mas.
Al principio eras un extraño que no se quería marchar. Ahora eres mi compañia, la mejor de este lugar.
¿Por qué no te pones cómodo?. Hay muchas historias aún que tenemos que hacer realidad. ♥
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